





Vestido Acacia Jengibre
Este vestido es una prenda suelta, de elegancia informal, en un tono ocre cálido y apagado, confeccionada con un tejido natural ligero, claro, de lino. Su silueta es moderna y escultural, pero evoca sutilmente el glamour discreto de los años treinta.
Detalles del diseño:
Escote: un escote suave y redondeado que ofrece una elegancia recatada que recuerda a los vestidos de día de la década de 1930, que a menudo presentaban cortes modestos pero elegantes.
Mangas: cortas y holgadas, las mangas evocan la sofisticación informal de los años de entreguerras, cuando la moda comenzó a equilibrar la libertad de movimiento con una estructura suave.
Silueta: La forma generosamente drapeada y voluminosa insinúa la fluidez del corte al bies que definió la época, reinterpretada aquí con un giro más contemporáneo y desestructurado.
Borde: Los detalles fruncidos en la parte inferior delantera crean un efecto de capullo, lo que confiere al vestido una calidad escultural y artística. Este drapeado es un guiño a los suaves pliegues y las técnicas de confección innovadoras de la alta costura de los años 30, aunque con una reinterpretación minimalista y moderna.
Longitud: El dobladillo, que llega hasta la mitad de la pantorrilla, se ajusta a las longitudes conservadoras pero femeninas de la década, reforzando la inspiración vintage.
En general, el vestido combina la comodidad contemporánea con un discreto homenaje a la elegancia de la moda de los años 30, donde la simplicidad, el movimiento y el drama sutil definían una estética atemporal.
Este vestido es una prenda suelta, de elegancia informal, en un tono ocre cálido y apagado, confeccionada con un tejido natural ligero, claro, de lino. Su silueta es moderna y escultural, pero evoca sutilmente el glamour discreto de los años treinta.
Detalles del diseño:
Escote: un escote suave y redondeado que ofrece una elegancia recatada que recuerda a los vestidos de día de la década de 1930, que a menudo presentaban cortes modestos pero elegantes.
Mangas: cortas y holgadas, las mangas evocan la sofisticación informal de los años de entreguerras, cuando la moda comenzó a equilibrar la libertad de movimiento con una estructura suave.
Silueta: La forma generosamente drapeada y voluminosa insinúa la fluidez del corte al bies que definió la época, reinterpretada aquí con un giro más contemporáneo y desestructurado.
Borde: Los detalles fruncidos en la parte inferior delantera crean un efecto de capullo, lo que confiere al vestido una calidad escultural y artística. Este drapeado es un guiño a los suaves pliegues y las técnicas de confección innovadoras de la alta costura de los años 30, aunque con una reinterpretación minimalista y moderna.
Longitud: El dobladillo, que llega hasta la mitad de la pantorrilla, se ajusta a las longitudes conservadoras pero femeninas de la década, reforzando la inspiración vintage.
En general, el vestido combina la comodidad contemporánea con un discreto homenaje a la elegancia de la moda de los años 30, donde la simplicidad, el movimiento y el drama sutil definían una estética atemporal.
Este vestido es una prenda suelta, de elegancia informal, en un tono ocre cálido y apagado, confeccionada con un tejido natural ligero, claro, de lino. Su silueta es moderna y escultural, pero evoca sutilmente el glamour discreto de los años treinta.
Detalles del diseño:
Escote: un escote suave y redondeado que ofrece una elegancia recatada que recuerda a los vestidos de día de la década de 1930, que a menudo presentaban cortes modestos pero elegantes.
Mangas: cortas y holgadas, las mangas evocan la sofisticación informal de los años de entreguerras, cuando la moda comenzó a equilibrar la libertad de movimiento con una estructura suave.
Silueta: La forma generosamente drapeada y voluminosa insinúa la fluidez del corte al bies que definió la época, reinterpretada aquí con un giro más contemporáneo y desestructurado.
Borde: Los detalles fruncidos en la parte inferior delantera crean un efecto de capullo, lo que confiere al vestido una calidad escultural y artística. Este drapeado es un guiño a los suaves pliegues y las técnicas de confección innovadoras de la alta costura de los años 30, aunque con una reinterpretación minimalista y moderna.
Longitud: El dobladillo, que llega hasta la mitad de la pantorrilla, se ajusta a las longitudes conservadoras pero femeninas de la década, reforzando la inspiración vintage.
En general, el vestido combina la comodidad contemporánea con un discreto homenaje a la elegancia de la moda de los años 30, donde la simplicidad, el movimiento y el drama sutil definían una estética atemporal.